Caminando por lo más alto de Sierra Nevada: Mulhacén
Viernes, 28 de julio de 2.007
La primera avanzadilla del GPS llega a Capileira a media mañana, baño, comida, siesta y breve paseo por los alrededores. Al anochecer llegan más geperos, cena ligera, tertulia breve y a dormir temprano, mañana nos espera un día largo y duro, quizás el más duro al que nos hayamos enfrentado algunos de los que vamos.
Sábado, 29 de julio de 2.007
A las siete y media, después de un buen madrugón, llegan desde Málaga, los últimos geperos, con tiempo para desayunar con el resto.
A las ocho y media, un autobús del Servicio de Interpretación Ambiental de Altas Cumbres nos acerca al Alto del Chorrillo, desde donde comenzamos a caminar, sobre las 10,00, en dirección a la Laguna de la Caldera, dejando a la izquierda el camino que conduce al Refugio Poqueira y a la derecha, la senda que va ascendiendo por la Loma del Mulhacén, la que nos condujo a su cima el año pasado.
Un poco antes de las 12,00 llegamos a las inmediaciones del Refugio de la Caldera, en donde nos espera la parte mas dura de la subida a la cumbre del Mulhacén, una durísima ascensión realizada por el más fuerte del grupo (Oscar, con mucha diferencia) en apenas 50 minutos, en contraste con el último, que finaliza ese duro tramo en una hora y cuarenta y cinco minutos.
En la cumbre, todo son sonrisas, hasta los que más protestaban por el camino se le ve felices, las recompensas que nos ofrecen las montañas son enormes, la comida sabe mejor que los mejores platos que puedan servir en el mejor restaurante que pudiéramos encontrar, el gazpacho excelente, las vistas impagables, reconocemos lejanos lugares por los que el grupo ha transitado no hace mucho tiempo, hablamos por teléfono con los que no han podido subir por las lesiones acumuladas en docenas de veredas, echamos de menos sus aportaciones, la pasión que pone al otear el horizonte escrutando en el plano la ubicación de todos las montañas que se divisan en 360º.
Para bajar, en principio, teníamos dos opciones más o menos razonables, ambas cuidadosamente estudiadas en libros y planos, pero ninguna de ellas valió, un gepero temerario, amante del campo a través, de la aventura y de las desorientaciones, se lanzó alocadamente hacia abajo en la primera posibilidad que encontró, y los demás, aturrullados, sin saber muy bien como reaccionar y por no dejarle solo, nos aventuramos también tras sus pasos por pedregales casi verticales, directos a Siete Lagunas.
Sobre las 20:30’, ¡por fin!, llegamos al Barrio Medio del pueblo que presume ser el municipio más alto de la península Ibérica, el pueblo del jamón, Trevélez.
Después de una reparadora ducha y una buena cena, en la que tampoco faltó el gazpacho y la tertulia recordando los pormenores de la jornada, nos fuimos a dormir y a soñar con las hermosas imágenes vistas a lo largo del día.
Domingo, 30 de julio de 2.007
Pequeña y bucólica excursión al río de Trevélez, algunos remojones en sus heladas aguas, más gazpacho y vuelta a casa.
Oscar Alvarez Jiménez de Alhaurín de la Torre.
Foto del día: Atravesando Siete Lagunas
Califa Muley Hacen
Cuenta la tradición que califa Muley Hacen, padre de Boaddil, pidió a su amada Zoraya, que, a su muerte, le enterraran en las altas y lejanas cumbres de Xolair (actualmente Sierra Nevada). Cuando falleció, Zoraya cumplió su deseo y lo enterró, junto a un gran tesoro, en lo más alto de la sierra, en la montaña que aún hoy lleva su nombre, Mulhacén.
GPS Senderismo Familiar
Etiquetas: Mulhacén, Sierra Nevada