El Encinetas: la montaña más alta de San Pedro de Alcántara
Desde hacía más de un año veníamos persiguiendo la conquista de la cumbre del Encinetas, la más alta del término municipal de San Pedro de Alcántara, pero por unas cosas u otras, ocasión tras ocasión se fueron frustrando, ganando la montaña un merecido sobrenombre, La Maldita.
El domingo, 14 de enero de 2.007, nos conjuramos y decidimos de una vez por todas acabar con el mito: hoy o nunca, nos dijimos, o subimos a la cumbre maldita o abandonamos el senderismo y nos dedicamos a jugar al Mus, no hay otra opción.
A la 9h30’ partimos desde un puerto cercano al del Robledal, entre dos fogatas que encontramos encendidas, humeantes y abandonadas. Desde lejos contamos las montañas que teníamos que ascender o sortear faldeándolas, cuatro, y cinco collados, parecía fácil, en un chim pam pum, pensábamos cantar victoria.
Nada más lejos de la realidad, la cuerda del Encinetas es especialmente dura, sin camino ni senda, llena de grandes piedras, de montañas que se subdividen en otras cien, arañadas por cabeceras de cañadas que te obligan a trepar y en ocasiones incluso a escalar, un sin fin de collados, algunos bellísimos, como el del Atlas (desde donde se divisan las montañas de su mismo nombre), bosques que hay que atravesar embistiéndolos, como el bosque Enano, que te deja su huella con mil arañazos y mientras dábamos un paso tras otro, nos mirábamos, creo que pensando lo mismo, no puedo más, hay que volver, pero no, nuestra obstinación y determinación era firme, ninguno quería rendirse, seguimos y seguimos, como pudimos, hasta que, a las 13h45’, por fin, nos topamos de frente con el poste geodésico, habíamos llegamos a nuestra meta, habíamos conquistado el Encinetas, ¡ya podéis imaginaros nuestra alegría!.
Apenas tuvimos tiempo para tomar algunas fotos y comer algo rápido, habíamos tardado más de 4 horas en llegar e íbamos a tardar casi lo mismo en regresar, y lo peor de todo, ¡el esfuerzo de la mañana estaba pasando factura en forma de calambres y tirones!, y la noche se nos echaba encima.
Por fortuna pudimos volver a tiempo, caminamos muy despacio, parando muy a menudo para que los músculos se recuperasen del castigo excesivo, mirando el reloj, preguntándonos como sería pasar la noche en las tierras inhóspitas del Encinetas, a la intemperie.
Ya en el coche nos dimos la mano, muy cansados, el día había sido muy largo, más de ocho horas andando, pero muy contentos, una jornada montañera digna de recordar y contar a todo aquel que nos quiera escuchar o leer.
GPS Senderismo Familiar de la Costa del Sol
Málaga
Etiquetas: Encinetas, Sierra de las Nieves, Sierra Palmitera
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