Subida al Pico Lopera
Aprovechando la última nevada de diciembre y que estábamos pasando unos días de Navidad en Granada, decidimos hacer una ruta, la que sería la última del año.
Tuvimos que descartar varias opciones por motivos de la abundante nieve que hacía impracticables algunos senderos, como la vereda de la Estrella o el Trevenque. Sin embargo, no pudimos resistirnos subir a la Fuente del Hervidero, uno de los inicios de la ascensión al citado pico del Treveque, y desde donde se obtienen unas estupendas panorámicas del mismo y de parte de Sierra Nevada.
Al día siguiente hicimos la ruta propiamente dicha, la subida al pico Lopera de 1.485 metros de altitud. El sendero comienza en el llamado collado de Los Poyos del pescado o Suspiro del Moro, en la carretera de la “Cabra”que une Granada y Almuñécar, en el término municipal de Otívar. Está señalizado por la Consejería de Medio Ambiente.
La verdad es que pensamos que alejándonos de Sierra Nevada hacia el Sur, encontraríamos menos nieve, pero la realidad fue muy distinta. El paisaje se iba cubriendo de un manto blanco impresionante a medida que avanzábamos con el coche. Los bordes de la carretera y las montañas nos parecían lugares de ensueño, de esos que se ven en pocas ocasiones.
La ruta es un paseo sin dificultad, salvo por los tramos nevados donde hundíamos los pies hasta los tobillos y lo cual fue una auténtica gozada.
Mientras subíamos podíamos ver a nuestra espalda toda la cuerda y los picos de Sierra Nevada. A la izquierda (Sur), la cuenca mediterránea, con una panorámica del macizo de la Sierra Almijara de singular belleza, totalmente nevado (El Lucero, Navachica, Tajos de la Chapa…). A la derecha (noroeste), en la vertiente atlántica, parte de la vega granadina y un bosque de robles, de los más meridionales de Europa.
En la cumbre existe un puesto de vigilancia contra incendios que estaba vacío.
Justo cuando llegábamos al vértice geodésico se metió una espesa niebla que nos impidió disfrutar al máximo de las vistas. Las nubes pasaban delante de nosotros a gran velocidad y la visibilidad era cada vez peor. Llegamos a tener cierta inquietud, pues la bajada con nieve, sin ver apenas nada y en una zona que no conocíamos, podía ser arriesgada. Poco después comenzamos a descender, pero antes coincidimos con una chica holandesa muy simpática (creo que se llama Mariam), que solía hacer escalada y snowboard.
Finalmente llegamos de nuevo a la carretera de “La Cabra”, sin mayores problemas (solo algún que otro resbalón), y habiendo disfrutado de un día con algo de nieve que no esperábamos.
Pepe León
1 Comments:
Como nos tienes aconstumbrados, tanto la crónica como las fotos, ¡geniales!.
Diego
By Anónimo, at 10:43 a. m.
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