112
Después de leer unos cuantos artículos insertados en vuestro blogs me he decidido a contaros una de mis experiencias con la montaña.
Primavera del año 2005, unos cuantos amigos nos reunimos en Navacerrada para pasar un día de acampada, nos proponemos subir a la Maliciosa, pasando por la cumbre conocida popularmente como la Bola del Mundo.
El día se desarrollaba tal y como estaba previsto, lo estábamos pasando en grande, disfrutando de la larga caminata, de las bellísimas vistas panorámicas que contemplamos desde la cumbre de la Maliciosa, de la comida, de las bromas con los amigos y amigas, un día estupendo.
En el regreso, a la altura del collado del Piornal, una mal paso de una de las chicas le hizo rodar unos cuantos metros abajo, la caída fue tremenda, casi todos nos quedamos sin respiración, en ese momento nos temimos lo peor, pero afortunadamente, al llegar a donde se encontraba pudimos comprobar que aún respiraba, aunque una gran mancha de sangre brotando de su frente y la posición torcida de una de sus piernas apuntaban bastante gravedad.
Primavera del año 2005, unos cuantos amigos nos reunimos en Navacerrada para pasar un día de acampada, nos proponemos subir a la Maliciosa, pasando por la cumbre conocida popularmente como la Bola del Mundo.
El día se desarrollaba tal y como estaba previsto, lo estábamos pasando en grande, disfrutando de la larga caminata, de las bellísimas vistas panorámicas que contemplamos desde la cumbre de la Maliciosa, de la comida, de las bromas con los amigos y amigas, un día estupendo.
En el regreso, a la altura del collado del Piornal, una mal paso de una de las chicas le hizo rodar unos cuantos metros abajo, la caída fue tremenda, casi todos nos quedamos sin respiración, en ese momento nos temimos lo peor, pero afortunadamente, al llegar a donde se encontraba pudimos comprobar que aún respiraba, aunque una gran mancha de sangre brotando de su frente y la posición torcida de una de sus piernas apuntaban bastante gravedad.
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Por suerte para ella, los móviles allí funcionaban, avisamos rápidamente al 112. La rapidez con la que actuó todo el equipo que integran el servicio 112, su profesionalidad, su entrega, su disposición … hicieron posible que nuestra amiga, tras ser estabilizada en sito por los médicos de campaña, fuera trasladada en helicóptero al hospital y hoy pueda contar esa mala experiencia del día que subió a la Maliciosa con tan solo una gran cicatriz en una de sus rodillas.
Muchas gracias a todo el equipo del 112. Y ya sabéis, si tenéis algún problema serio en la montaña, llamar al 112.
Marqués de Calamorro
Etiquetas: Relatos
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