Los Rompesuelas acuden a la leyenda

Beatrice Morales Moreno, 22.02.08

De nuevo, un día más, algunos de los vecinos de Alhaurin de la Torre, nos encaminamos hacia una nueva aventura deportiva, que estará marcada por la constante cordialidad de todos y cada uno de los participantes. En esta ocasión guiamos nuestros pasos hacia Los Sauces-Peñón de Ronda. Son las 7 de la mañana y las caras de nuevo resplandecientes, deseando comenzar esta magnifica jornada deportiva. En esta ocasión, nuestro buen organizador Paco Campos, ha dividido la ruta en dos tramos, el primero 12 km. para las personas que ayer tuvieron mucho trabajo y se encuentran algo cansadas y el segundo, solo para valientes, 25 km marcaran la diferencia entre continuar con tu vida habitual o estar en lugares donde tan solo unos pocos privilegiados pueden visitar.

El autobús preparado y nuestros ánimos radiantes, hoy un nuevo "rompesuelas" nos acompaña, Alonso, que hace de nuestro viaje una diversión constante, su buen animo y sentido del humor convierten el trayecto en risas, afecto y cordialidad entre los participantes. Por fin llegamos. Buen desayuno tal como marcan los cánones, y los bastones cargados de energía nos llaman para que empecemos a caminar entre pinares. Juntos, riendo y cantando, subimos, el primer tramo. Aquí en el área recreativa se queda la mitad del pelotón. El resto continua hacia ese lugar lleno de misterio que siempre representa un bosque. Sus puertas están ante nosotros y estamos dispuestos a franquearla. La ruta se hace más difícil pero más bella aun, si es que esto cabía. Y cada uno a su paso pisamos lugares inéditos y llenos de belleza.

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Sin duda alguna el Peñón de Ronda se encuentra sujeto a extrañas sensaciones y emociones por parte de quien visita estos lares, el que halla caminado por esta zona sabrá que me refiero a los extraños fenómenos como "el silencio total", de repente vas caminando y el trinar de los pajarillos y el murmullo del viento desaparecen y se hace el silencio, cálido calmado y que produce una sensación de paz nunca experimentado. En este lugar la presencia del agua es permanente, incluso en momentos de sequía y baste recordar que todos los lugares mágicos del mundo están relacionados con el agua y la vegetación y estos parajes están llenos de ambos. De este modo sabemos que con nuestro esfuerzo franqueamos las puertas de la magia. El pinsapar se encuentra ante nosotros y todos callados, queremos henchirnos del silencio que nos rodea. Los árboles nos hablan, y en mitad de la nada nos fundimos con la naturaleza sintiéndonos parte imprescindible de ella.

Las emociones nos embargan y nos acompañaran durante mucho tiempo mas tarde, cuando ya nos encontremos en nuestros trabajos diarios, de nuevo inmersos en el laberinto que representa nuestras vidas cotidianas. Así, de este modo, resplandecientes y felices vamos poco a poco recuperándonos de tantas emociones y con gran esfuerzo, finalizamos la marcha que aunque nos costo algún quebradero de cabeza y ¡rodillas!, nos sentimos recompensados por haber estado de nuevo en lugares donde tan solo algunos han estado y donde sabemos seguro volveremos. El resto del grupo nos espera, ya para ir terminando la jornada. Siempre recordare este día que pasara a engrosar esos momentos de la vida que siempre te reconfortan, y ello tanto por la magia que hemos compartido con nuestro entorno, como por la circunstancias personales que me acompañan en esta ocasión, vosotros, mis amigos sabéis a que me refiero...

Y aun no hemos terminado la jornada cuando ya estamos pensando y planeando la siguiente salida que nos llevara a Ceuta, y sabemos que de nuevo será un maravilloso lugar de ensueño, lleno de emociones compartidos por verdaderos amigos. Hasta pronto a todos, gracias por estar ahí.

Beatrice Morales