Noche en los Lavaderos de la Reina
Hemos dormido en hoteles de todo tipo, algunos de pocas estrellas, como el Refugio de la Cucaracha, otros de cinco estrellas gran lujo, como el Refugio Poqueira, pero donde mejor hemos pasado la noche es cuando hemos elegido para dormir la cadena de hoteles de las mil estrellas, un millón de hoteles situados allá donde extiendas tu esterilla y tu saco de dormir, cuentan con el mejor aire acondicionado, el frescor de la noche, las mejores vistas, la bóveda celeste, y la mejor música, el silencio, el correr del agua, el viento …
Este viernes nos vamos a uno de esos hoteles de mil estrellas, uno situado en un circo glaciar, el de los Lavaderos de la Reina de Sierra Nevada.
Este viernes nos vamos a uno de esos hoteles de mil estrellas, uno situado en un circo glaciar, el de los Lavaderos de la Reina de Sierra Nevada.
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Viernes, 12 de junio de 2009
Objetivo cumplido, salvo que dormimos en el Refugio de Peña Partida, unos dentro y otros fuera al cobijo de los dioses de Sierra Nevada.
Por la mañana temprano, en la tertulia del desayuno, los que por allí parábamos, comentamos como curiosidad cierta coincidencia con los que pasamos la noche en el Refugio de Peña Partida, a casi todos les cubría la cabeza la escarcha de los años, ¿que está pasado con la juventud?, ¿se está olvidando de la montaña?, ¿o de tanto protegerla excesivamente con todo tipo de normativas, vallas y cadenas, la estamos volviendo inaccesible?.
Después del desayuno, en hora y media, nos encontramos con el espectáculo de los Lavaderos de la Reina, agua brava y libre saltando entre piedras y corriendo entre verdes prados, paisajes hermosos que podíamos ir admirando mientras destrepábamos por el margen izquierdo del agua, bajando y buscando el mejor camino que a veces nos conducía, para nuestro asombro y deleite, por pasillos de hielo y roca.
Objetivo cumplido, salvo que dormimos en el Refugio de Peña Partida, unos dentro y otros fuera al cobijo de los dioses de Sierra Nevada.
Por la mañana temprano, en la tertulia del desayuno, los que por allí parábamos, comentamos como curiosidad cierta coincidencia con los que pasamos la noche en el Refugio de Peña Partida, a casi todos les cubría la cabeza la escarcha de los años, ¿que está pasado con la juventud?, ¿se está olvidando de la montaña?, ¿o de tanto protegerla excesivamente con todo tipo de normativas, vallas y cadenas, la estamos volviendo inaccesible?.
Después del desayuno, en hora y media, nos encontramos con el espectáculo de los Lavaderos de la Reina, agua brava y libre saltando entre piedras y corriendo entre verdes prados, paisajes hermosos que podíamos ir admirando mientras destrepábamos por el margen izquierdo del agua, bajando y buscando el mejor camino que a veces nos conducía, para nuestro asombro y deleite, por pasillos de hielo y roca.
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El recorrido: Lavaderos de la Reina
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Etiquetas: Lavaderos de la Reina, Sierra Nevada
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