Andando por los Alpes
Agosto 2.007
Primer día:
Tras parar en Alemania para comer nuestras primeras salchichas y beber las primeras jarras de cerveza, llegamos a nuestro destino en Austria, en la región del Tirol, en el valle del Zillertal, Hippach, después de recorrer unos 220 kilómetros bajo cataratas de agua desde el aeropuerto de Munich.
Nada más llegar recorremos el pequeño pueblo de Hippach, cenamos y seguimos degustando la suave cerveza del valle del Zillertal. La belleza y limpieza del entorno, y la educación y amabilidad de sus gentes, enseguida nos cautiva.
Segundo día:
Desayuno en la granja donde nos alojamos, Innerummerland, Schwendberg 272, y nos vamos directos a Innsbruck, la capital del Tirol.
Segundo día:
Desayuno en la granja donde nos alojamos, Innerummerland, Schwendberg 272, y nos vamos directos a Innsbruck, la capital del Tirol.
A Isabel, en Innsbruck, el perverso carterista llamado Azhzeimer le sustrae su cartera roja, con su documentación y todos los euros que destina para sus regalos. Menos mal, que los austriacos son buena gente, atraparon al carterista y depositaron la cartera, intacta, en la Oficina de Información y Turismo, donde Isabel, con la ayuda del inglés de Susana, la pudo recuperar.
Por la tarde, paseo y cena en Rattenberg.
Tercer día:
Buscando las montañas llegamos a Lienz pasando por Mittersill.
Por la noche, baile y canciones tirolesas.
Cuarto día:
Volvemos a las montañas desde Mayrhofen: un gran telecabina nos sube a 2.000 metros. Bajamos andando los 1.400 metros de desnivel que nos separan del pueblo, poco a poco y con alguna dificultad.
Quinto día:
Visitamos la ciudad de Salzburgo.
Sexto día:
Tres telecabinas, uno detrás de otro, nos suben al Hintertuxer Gletscher, a 3.250 metros, donde nos espera mucha nieve, muchos esquiadores y una hermosa panorámica de los Alpes.
Por la tarde, visita a “Los mundos de cristal de Swarovski”
Séptimo día:
Subimos al glaciar de Stubai, Mutterbergalm y por fin, cumplimos nuestro sueño, ascendemos una cumbre alpina, el Kleiner Isidor de 3.200 metros.
Octavo día:
Vistamos el lago Archensee y asistimos a un concierto del órgano de Kufstein, uno de los mayores del mundo construido en memoria de los caídos en la primera guerra mundial y cuya música se escucha en kilómetros a la redonda.
Noveno día:
Munich y regreso a Barcelona.
La única nota negra del viaje la puso la empresa de alquiler de vehículos AVIS: al retirar el coche que alquilamos nos cobraron el depósito lleno de combustible, y a su devolución, con más de un cuarto de depósito, se negaron a reintegrarnos su importe, y eso, señores de AVIS, entre hombres de bien, solo tiene un nombre y no creemos equivocarnos si lo identificamos con el de ROBAR.
GPS Senderismo Familiar
Etiquetas: Viajes
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