Al atardecer comenzamos la subida al Monte San Antón:
Con las últimas luces del día llegamos a la cumbre de la Cruz:
La cena:
Después de la cena, la tertulia:
Al bajar (algunos medio perdidos por la ladera de la montaña siguiendo el errar de un guía enloquecido), el cielo no quiso que nos fuéramos sin obsequiarnos con un sorprendente y reconfortante chaparrón, quizás enviado de buena fe para despejados de los vapores de las cervezas y vinos ingeridos.
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No hay que perderse las vistas que se divisan desde la cumbre del Monte San Antón recogidas en el fantástico reportaje fotográfico realizado por Diego Martín en Cazatormentas: enlace recomendado.
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La ruta: como subir al Monte San Antón
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