Sábado, 19 de junio de 2.010
En la plaza principal de Frigiliana, los mayores del lugar nos comentan el estado del río Higuerón, ¡lleva agua como no se veía desde hace muchos años!.
Y así no lo encontramos, el agua nos acompañó durante todo el camino y nos fue conduciendo hasta lo más indómito de la sierra donde el cauce del río se torna salvaje encañonado entre paredes que rezuman agua por todas partes y por donde hay que trepar por cascadas embravecidas. Todo un mundo de jarana para niños y mayores.
Lo malo, los pérfidos demonios de la memoria nos impidieron llevarnos la cámara de fotos; lo mejor, ya tenemos un motivo más para regresar.
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Hay que ver... será el "alzheimer" o como se escriba. Mira que olvidar la cámara de fotos.
ResponderEliminarPor lo menos nos dejas con la intriga a los que no pudimos ir, a ver si en la próxima visita nos juntamos unas cuantas cámaras en el Higuerón.